Reconectando con la naturaleza (Shinrin-yoku)




Es probable que no haga falta mencionar los beneficios que puede aportar el pasar tiempo en la naturaleza, ya que cada uno/a de nosotros/as puede sentirlo en sus propias carnes, experimentar el amplia amalgama de sensaciones, emociones y bienestar que puede provocar un simple paseo por un bosque o por la montaña, e incluso, sin irnos tan lejos, en las propias zonas verdes de las ciudades que habitamos.

Sin embargo, para el urbanita promedio, esto de pasar tiempo en la naturaleza, se ha convertido en algo bastante inusual, la sociedad hiperconectada e hiperestresada de hoy en día no tiene tiempo de escaparse a zonas verdes. En nuestra historia evolutiva esto constituye un hito sin precedentes ya que, como especie, hemos pasado la mayor parte  de nuestro tiempo en la naturaleza. La revolución industrial, marcó un antes y un después en este sentido, provocando un aumento de población en las ciudades con respecto a entornos rurales.


En la década de los 80 en Japón, conscientes de la influencia negativa en la salud de nuestro estilo de vida actual, se empezaron a popularizar los llamados baños de bosque (Shinrin-Yoku en Japonés). Esta práctica tiene su origen en el establecimiento de un programa de salud nacional japonés en 1982 y se basa en volver a conectar con la naturaleza, abrir los sentidos para experimentar todo lo que puede ofrecernos.

El término Shinrin-Yoku  significa "absorver la atmósfera del bosque"

Los baños de bosque se han ido popularizando en otros países como Estados Unidos donde se encuentra la Asociación de Terapias de la Naturaleza y el Bosque fundada por M. Amos Clifford en 2012 y cuya sede se encuentra en California. Se encargan de promover este tipo de prácticas japonesas a través de la organización de grupos para realizar baños de bosque, además de impartir formación sobre el tema y la posibilidad de ser guías certificados para otras personas.

Es probable que pensemos que es innecesaria la presencia de un guía para salir a caminar por la naturaleza e incluso que la presencia del mismo puede llegar a ser perjudicial para esa desconexión que se pretende muchas veces. A este respecto, Clifford refiere que, el hecho de contar con la presencia de un guía en nuestros baños de bosque, ayuda a relajarnos y a centrarnos únicamente en la práctica. Además también se encargan de realizar medidas de la presión arterial antes y después de la actividad para hacer conscientes a los participantes de los beneficios así como al público en general.

Baños de bosque y ciencia.

El surgimiento de este tipo de prácticas, dio lugar al comienzo de un estudio más minucioso acerca de los beneficios de la relación de los seres humanos con la naturaleza. El grueso  de estos estudios inicialmente apareció en Japón y con el tiempo se ha producido un creciente interés en otros países más occidentales.

Entre los beneficios de los baños de bosque se encuentran, una disminución del cortisol,  lo cual conlleva un menor riesgo de padecer enfermedades asociadas al estrés como las  enfermedades cardiovasculares o la diabetes, por otro lado también reduce el riesgo de padecer ansiedad o depresión y refuerza el sistema inmunitario reduciendo el efecto inmunodepresor del cortisol;  un aumento de la concentración de las células NK, las cuales son útiles para combatir la aparición de células cancerígenas, este aumento se ha atribuido principalmente a una serie de compuestos volátiles ("Fitoncidas") que producen algunas plantas como defensa contra amenazas.

Otro de los efectos encontrados es una  disminución de la activación del cortex prefrontal (zona del cerebro que abarca funciones de planificación, toma de decisiones,...). Además contribuye a un mejor estado de ánimo y a un mejor descanso. 

¿Cómo practicarlo?

La Asociación de Terapia de Bosque y Naturaleza ofrece una serie de pautas o consejo para incrementar los beneficios asociados a esta práctica: En primer lugar, es importante centrarse en el momento presente, enfocando todos los sentidos y la atención hacia lo que se está haciendo. Por otro lado, es conveniente no tener demasiadas expectativas de rendimiento ya que el Shinrin-Yoku no consiste en la realización de ejercicio físico, sino que la finalidad es reconectar con la naturaleza, lo cual lleva tiempo. Desde la Asociación también recomiendan la presencia de un guía experto, el cual facilite nuestra inmersión en la naturaleza. Por último el Shinrin-Yoku no consiste únicamente en pasear, sino que se puede incluir otras actividades como el contacto físico con diferentes plantas y/o animales, técnicas de respiración o meditación etc.


¿Y si no puedo desplazarme?

Aunque los Shinrin-Yoku hayan estado más asociados a los bosques, podemos obtener beneficios similares en otros entornos naturales como zonas de montaña, e incluso parques o zonas verdes de nuestra ciudad.





Visto esto, parece que  no nos vendría mal, más allá de actividades puntuales como los baños de bosque, acercar nuestra vida cotidiana a la naturaleza. Está muy bien que utilicemos este tipo de prácticas (y otras prácticas como el Senderismo, Trail Running o simplemente ir a pasar tiempo en el monte) como forma de desconexión e incluso de ocio, pero no tenemos que olvidar de dónde venimos y ser conscientes de que debemos cambiar el concepto de salida a la naturaleza como forma de desconexión, para referirnos a un modo de conectar o reconectar con nuestra historia evolutiva como especie, con todos los beneficios que eso conlleva.


Material adicional




Nooshin Razani, pediatra y madre de tres hijos, nos habla sobre el potencial sanador que tiene la naturaleza y la necesidad de contemplarla en atención primaria. Además expone la relación entre el juego en la infancia en la naturaleza y una correcta sociabilización de cara a edades adultas.





Caroline Arnold, expone la relación entre la naturaleza y la Salud Mental, desde una perspectiva muy personal.

Fuentes:

Oh, B., Lee, K. J., Zaslawski, C., Yeung, A., Rosenthal, D., Larkey, L., & Back, M. (2017). Health and well-being benefits of spending time in forests: systematic review. Environmental health and preventive medicine, 22(1), 71.


Mario.

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